Me llamo Gisela Gastinet y vivo en París. Estoy jubilada desde hace varios años.
Hoy quiero contarle que yo no nací con un don especial.
El cual sucedió un martes por la tarde. Yo estaba regresando de una caminata que fui a dar en medio del bosque, y de pronto una violenta e inesperada tormenta me atrapó.
Así que empecé a buscar dónde refugiarme, pero un rayo cayó sobre mí. Un terrible relámpago que me tiró de inmediato al suelo.
Por lo cual yo permanecí sobre los campos alrededor de dos horas. Dos pequeñas horas que transformaron mi vida, ¡y convirtieron a ese accidente en lo mejor que me ha pasado!
En seguida le explicaré el por qué.
Pero primero, permítame contarle qué fue lo que sucedió unos días más tarde.
Yo le estaba diciendo a mi vecina qué fue lo que me sucedió, y de repente sentí la necesidad de pedirle una moneda de 2 dólares. Con lo cual ella se sorprendió. Al principio hasta pensó que estaba bromeando; pero como seguí insistiendo, y como somos buenas amigas, acabó dándomela. En contraparte, yo usé mi don en su beneficio, y le proporcioné una serie de números que tenía que usar al momento de apostar en los juegos de azar.
Los números que yo le compartí, me fueron revelados cuando yo estaba inconsciente. A través de una visión muy intensa y muy clara a la vez. Pero eso no fue lo único que yo pude ver. Porque también se me aparecieron unos seres de luz que vinieron a darme un mensaje.
« Gisela, nosotros te estamos otorgando el don de la clarividencia. El cual te va a permitir asegurar las riquezas de tus seres queridos, y de algunas otras personas que están necesitadas. Así que, cuando vuelvas a tu hogar, tendrás que usar tu don para ayudar a las personas merecedoras a cambio de una pequeña participación, pues esa será su manera de demostrarte que realmente quieren cambiar su vida. Y después de que las ayudes, nosotros te visitaremos... »
Gracias a esos seres de luz, a mí me fueron revelados los números de buena suerte que le compartí a mi vecina. Y días posteriores a eso, usé mis dones para ayudar a una encantadora familia que estaba atravesando una difícil situación financiera, pero también ayudé a mi amiga Ginette. La pequeña familia logró ganar un poco más de 1 millón de dólares; y mi amiga, ¡alrededor de 9 millones!
Ahora, si usted se pregunta por qué yo no uso ese don para tener una jubilación de ensueño, la respuesta es sencilla : ese don yo no puedo usarlo en mi beneficio.
La misión que me fue encomendada por los seres de luz fue ayudar a otras personas; que no forzosamente debo de conocer previamente, pero que sí deben ser personas merecedoras.
Si usted está leyendo estas líneas el día de hoy, no es por casualidad; es porque la voluntad providencial se está manifestando en su vida.
Entonces dígame, ¿a usted y a sus seres queridos no les gustaría ganar mucho dinero? ¿Para poder llegar a fin de mes sin ningún problema, y por fin tomar las riendas de su destino?
Como usted verdaderamente es una persona muy generosa y muy buena, merece tener un golpe de buena suerte en su vida. Es por eso que, yo le estoy brindando mi mano amiga el día de hoy, para que usted logre atesorar todo el dinero que se merece.
Pero lo mejor de todo es que con el paso del tiempo, yo iré adquiriendo nuevos poderes.
Yo entiendo que usted todavía tenga sus dudas, porque yo también era muy desconfiada. Pero cuando el rayo “divino” cayó sobre mí, entendí que los Seres de Luz siempre cuidan de nosotros. ¡Y que además los milagros sí existen! Entonces confíe en mí, para que yo le demuestre que todo lo que le he dicho hasta ahora es verdad.
Porque usted realmente se merece una vida nueva.